Te observo,
tienes cara de Miguel,
Felipe o Javier,
de espaldas Daniel...
Siento tus pupilas
atravesando mi espalda,
y sonrío imaginándote
imaginar mi cara...
No sé, es divertido eso
de enamorarse de un desconocido.
Dos en un mismo tren
con igual destino.
Inventarse una vida
como el que no quiere la cosa.
Luego bajar
y si te he visto,
no me acuerdo...
Porque la vida es así
y no hace falta
ser desconocido para hacerlo...
Nosotros nos conocimos
y ahora, me estás viendo...
¿Te acuerdas, tú, de mi?
Viapol ha muerto... y con él toda inspiración. Estoy trabajando en algo más grande, pero no quiero dejar de lado esto que tanto esfuerzo me ha costado. Seguiré escribiendo para vosotros, como siempre, pese a todo.
Espero que hayáis disfrutado de las vacaciones. Mil besos, Laura.