Reproductor de música

domingo, 31 de agosto de 2014

Caótica Laura

Hola, hoy no hay ni relato ni poesía, estoy yo a través del teclado. Si soy blanditos de corazón quizás sea una entrada dura, o quizás no lo sea. Quería culminar agosto y lo que este conlleva con una entrada para aclarar, más que para aclarar, para vaciarme porque las personas somos vasos que poco a poco se van llenando y necesitan vaciarse cuando la cosa empieza a desbordarse.

Y muchos pensaréis de qué puede haberse hartado esta dulce chica... 

Creo que muchas personas tienen un grave problema a la hora de idealizar, yo entiendo que os pueda gustar lo que escribo, y lo agradezco, el simple hecho de que me leáis ya es motivo de agradecimiento; pero no quiero que me idealicéis como algo que no soy. No soy una diosa, no soy cálida, no soy casi nada de lo que creéis porque simplemente sigo un rol -como todos- en esta red social. Una cosa es que sea simpática y agradecida y otra muy distinta es que merezca el premio Nobel de la Paz. 
No quiero ser la musa de nadie, si nadie no es mi poeta ¿me entendéis? No, ¿verdad? Pues yo me entiendo de maravilla. No quiero ser la musa porque sé que es tener muso y no quiero dolerle a nadie, aunque si os digo la verdad me da igual porque yo jamás pedí ser vuestra diosa del Olimpo, ni siquiera pedí que os enamoraseis de mi, si os duele es vuestro problema por eso no veo por qué razón tenéis que tratarme de mala persona por no ser correspondidos. Es así. Sueno egoísta ¿verdad? Porque soy humana, y la mayoría somos egoístas. 

Estar harta de mirar los sentimientos de los demás de ir con pies de plomo porque ¡uy! a esta persona le puede molestar, ¡uy! a ésta otra también. 

Yo entro en vuestras vidas, y cuando quiero me voy, y si quiero quedarme me quedo y si me echáis me voy también, no hay nada más... ¿Por qué permanecer al lado de alguien que no me aporta nada? ¿Por los buenos momentos que pasé? No, porque eso es pasado, eso no quita que los sentimientos que sintiera en aquel momento fueran falsos o inventados, esos recuerdos quedarán en mi mente. 
Me ponéis una vida que no tengo, y a veces ya cansa y mucho. Bastantes problemas tiene una como para soportar a gente llorando porque no han sabido ser realistas, y debería callarme porque yo soy la primera que estoy llorando por ese motivo, pero ya sabéis que uno da buenos consejos pero jamás se los aplica. 

No os pienso dar más de lo que recibo, si recibo un Hola, os daré un Hola; ojo, si recibo un te quiero, no os daré nada a cambio porque posiblemente no os quiera. Simple. 
Pocas personas escucharan de mi boca las palabras Te quiero... porque realmente he querido a pocas personas o mejor dicho, he amado a pocas personas. 

Esta es una entrada caótica no le busquéis sentido a lo que digo en cada párrafo porque no están conectados es una fuga de ideas. 

Y voy a terminar hablando de amor, porque sí, soy una romántica pero soy una persona muy solitaria. Es cierto que estoy amando, porque amo cada día, una cosa es que ese amor sea recíproco o no, pero el simple hecho de amar vale la pena. Y creo que debería ver a personas que me importan al menos una vez más ¿por qué? no sé, simplemente es una idea que se me acaba de pasar por la mente. 
Y me encantaría amar, y ser felices e ignorantes como la gran mayoría pero no tengo suerte, o simplemente no me sale de las narices porque quizás me guste regocijarme en mi mierda, porque quizás estoy esperando a que alguien de el paso de ponerme la vida patas arriba, pero ahora mismo de toda la gente que conozco, pocas personas conseguirían hacer eso... las cuento con los dedos de una mano... 

Y fin, ¿estoy loca? Sí. 
¿Está entrada no tiene sentido? También. 
Estamos a 31 de Agosto, siempre me gustó ese número pero hoy lo estoy odiando, como posiblemente me odiéis a mi. 

Atentamente, Laura. 




PD: 

martes, 19 de agosto de 2014

Deshora no entendida

Sabes… hay cosas en la vida que se me escapan, que se nos escapan de entendimiento, no solo a mi, si no a todos. O quizás no se nos escapen, pero es más fácil pensar que no entendemos algo a dar por sentado que ese algo está pasando, no solo es más fácil, sino que es mucho menos doloroso. Aceptar en la vida las derrotas es de las pruebas más difíciles que tenemos que pasar, porque a veces, conlleva el hecho de dejar atrás a personas que realmente amamos, incluso dejar nuestra propia felicidad aun lado para el bien de otros individuos.

Es demasiado agobiante intentar darle explicación a todo, cuando hay cosas que no la tienen, o no la necesitan. Me gustaría darle explicación a las ganas de dejarme arrastrar por ti, o por qué cuando te tengo cerca todo se olvida, la soledad que me hunde cuando estás lejos, el calor que siento al mirarme las manos deseando quizás que estén entrelazadas con las tuyas… me gustaría entender estas ganas de llorar toda la noche, de alejarme del mundo, o las carcajadas que suelto esporádicamente al recordarte…

Pero ¿sabes qué? lo que más me frustra, lo que de verdad no entiendo es por qué estoy aquí, en esta cama para dos y tú no estás, lo que de verdad no entiendo es por qué hace frío en Agosto, por qué Septiembre llega ya, por qué cojones estoy rodeada de ventanas que dan a patios y vistas espectaculares, pero tú no estás en ninguna de ella… No entiendo por qué la vida me abre puertas por las que no pienso entrar estando la tuya cerrada, pero estando aún...

Realmente es curioso lo que una ducha puede dar de sí, un día te metes en el plato y de repente en vez de caer agua, caen todos tus recuerdos y todos tus pensamientos. Y te pones a divagar entre pompas de jabón -donde si te asomas bien sale el reflejo de toda una vida soñada- y lágrimas que se pierden entre toda el agua, como se pierden a veces en los días de lluvia… porque para eso están las duchas, para limpiarte el alma de lágrimas frustradas y recordarte todo lo que has olvidado en el día y decirte que algo realmente importante está pasando como para esconderte tras una cortina de plástico y dejar que te riegue la soledad.



Entiendo de motivos y de razones, 
de sueños y decepciones,
entiendo de sábanas sucias y camas frías,
 de versos dedicados y miradas perdidas,
 de idas y venidas, embestidas y sacudidas.
 Entiendo del vértigo que me producen tus recuerdos...
entiendo de esperarte cada mañana, cada noche y cada tarde,
 incluso hasta en sueños... 
  Entiendo tanto...
pero no te entiendo.



Bueno, otra noche más estoy con vosotros, la verdad es que no entiendo la deshora de esta entrada, quizás las ganas de escribir y ser leída. 
Espero que os guste este popó-reflexión que os he ofrecido esta vez. 
Un beso muy fuerte, Lala, Laura. 

PD: De entendernos va la noche. 

lunes, 11 de agosto de 2014

A la poesía...

He gastado mi inspiración en ti, 
como gasté en ti cada noche
todos y cada unos de mis versos.

He gastado en ti la juventud de mi tiempo;
los segundos y las horas de mis sonrisas, 
el amor desenfrenado de un corazón herido. 

He gastado en ti mis sentimientos, sueños e ilusiones… 

Y lo volvería a gastar. Volvería a gastar todas y cada una de mis palabras,
volvería a gastar el rojo de mi corazón
para escribirte versos en tu espejo
tras salir de tus blancas sábanas. 

Volvería a gastar todo, 
porque todo lo que tengo es escribirte -y que me leas-
que es lo que me salva de la caída más letal. 

Gasté en ti, mis orgasmos,
mis gemidos, mis lunas, mis sentimientos… 

Me gasté en ti, y lo volvería a hacer,
porque aunque me haya quedado muda de palabras, 
es a lo que puedo aferrarme para no caer,
es lo que me da fuerza. 

Gasté en ti toda mi inspiración, 
como gasté en ti todos y cada uno de mis versos, 
todas y cada unas de mis noches, 

y lo volvería hacer, porque no me arrepiento de gastarme (yo) en ti...

... querida poesía.



Buenas noches, y siento esta ausencia de palabras queridos lectores. 
Atentamente Laura.