Reproductor de música

miércoles, 25 de febrero de 2015

A ti



A ti,
que cada mañana me despiertas los sentidos con tus “Buenos días”,
que haces que mi cara parezca un anuncio de dentífrico…

A ti, 
que a pesar de la distancia, física y no tan física, te siento dentro,
asentada en un rincón de mi corazón, pidiendo paso.

Quererte no ha sido una opción, llegaste, y sin querer, te instalaste en mi, llenando mi mente y mi alma de amor y cariño. 

No puedo elegir, no quiero elegir, pues no es fácil saltar este abismo, pero es innegable lo que siento por ti.

Imaginar cada noche en tu cama, a tu lado, sintiendo tu respiración mientras el sueño te vence… Imaginar tus manos sobre mi, dándome calor… Imaginar tus pupilas mirando a las mías, perdiéndose en la profundidad de mi ser… 
Me estremezco pensando en ti, en cualquier situación que podamos generar al estar juntos.

Soñar es lo que me queda, o mejor dicho, nos queda… no es mala opción, pero no deja de ser doloroso, no poder saber a qué saben tus labios, a qué huele tu pelo, qué tacto tiene tu piel.

Quererte no ha sido una opción, el amor viene y va, y tu has llegado para quedarte, pues tienes gran parte de mi corazón ocupado. 

Los imposibles no existen… ¡JA!... perdonad que me ría,  queda tan bonito decirlo. Hablar de los "Ojalás" y los “y si”, están a la orden del día en nuestras conversaciones del café. Existen, claro que sí, y son difíciles de gestionar. Algunos son imposibles de “puedo y no quiero”, y esos, me dan vergüenza ajena, venir a dar un caramelo y en pleno saboreo, quitarlo… eso no está bien. Eso no es un imposible, eso es un miedo irrefrenable al “compromiso”.  

El que quiere y no puede, y el que puede y no quiere, y tú, en medio, como si de un partido de tenis se tratara. Qué injusta es la vida.


Pero no importa, solo me importas tú y tu felicidad. 

Atentamente, Reiteck. 


Empiezo esta nueva sección o como queráis llamar donde iré publicando textos de otras personas que quieran ponerlo aquí, porque a todos nos une el mismo deseo de escribir y llegar. 

El o la escritora de este texto, ha preferido permanecer en el anonimato hasta nuevo aviso. 
Gracias por todo, un beso Laura, Lala. 


lunes, 23 de febrero de 2015

A

Sé que estoy ausente no lo voy a negar, pero no todo en la vida es escribir, aunque a mi me encantaría que así fuera...

Hoy vengo con algunas reflexiones, no sé si serán lo mismo de siempre o daré un vuelco; lo que sí sé que más que una entrada normal, con un poema y demás, estas letras sí que van dedicadas, a mi en primer lugar y a otra persona más. 

La vida es difícil, hasta ahí estamos todos de acuerdo. Escribir algo en condiciones es complicado también; y mucho más, que llegue a un número alto de lectores y que a estos les guste, porque seguramente como yo, pocas personas piensen, sienten, o ven las cosas. Este blog, no es una tontería, no busco la fama, siemplemente joderos la vida con mis palabras y que veáis que hay más gente jodida a parte de vosotros y vuestro exceso de peso emocional o físico o qué sé yo. Tampoco es una tontería los sentimientos que plasmo en él, ni las historias que os cuento, y hoy os traigo algo diferente, aunque en realidad, es la misma mierda de siempre. 

Es complejo decir todo lo que uno quiere decir, yo misma mido mucho cada palabra que pongo aquí, porque sé que éstas (mis palabras) repercuten en personas realmente cercanas a mi, y no quiero dañarlas y mucho menos que estén encima mía pensando que me pasa algo cuando no sucede nada. Perfectamente podría ponerme a escribir aquí sin ton ni son, y destrozar vuestros pequeños corazones, si es que tenéis, pero yo no soy así. 

A estas limitaciones que la vida nos va poniendo, hay que sumarle imposibles, caídas, golpes de remo que nos dan y azar. ¿Por qué azar? Porque la vida es muy azarosa y está llena de casualidades y aquí es donde quiero llegar. 

Conocemos a gente por casualidad, lo típico, hablas, descubres y ¡pum! se crea una atracción magnética entre ambos cuerpos y sobre todo entre ambas mentes (a estas alturas no os voy a contar cómo funciona esto), digo lo de las mentes porque en la mayoría de los casos, y gracias a las tecnologías tenemos que añadir el factor distancia ( ¿Qué pasa? Yo no me la fumo); y ojo, no tiene porque ser física, dos personas pueden estar distanciadas de mil maneras posibles: físicamente, económicamente, de manera religiosa, por la edad, y un sin fin de cosas más. 

Porque aunque no lo creamos sí existen los imposibles. Dos personas se pueden querer muchísimo, y no poder estar juntas por h o por b, porque la vida no son las películas que nos venden por televisión, la vida no está guionizada... y siempre surge algún que otro punto de giro que lía todo un poco más... 

Y al final ¿qué tenemos?

...dos personas en cada punta de un ovillo de lana muy liado, y la única solución que hay es cortar por lo sano... pero ¿es necesario cortar? No lo creo... 

A ¿dónde quiero llegar? Que querer, no es poder, y a ver si nos va quedando claro, que yo me alegro de vuestra felicidad, pero no es todo tan sencillo como parece, ni todo tan complicado. Porque es cierto que si hablásemos en más de una ocasión... no llegaríamos a esas noches de soledad... pero eso ya depende de cada persona ¿no?

Mi vida está llena de imposibles, por lo que también está llena de esos "ojalases" que tanto odiamos... tengo a gente muy lejos, y a la vez muy cerca, empezando por mi familia, y acabando por ti. 

Y aunque no lo creáis, es una entrada alegre, porque por muy liado que esté nuestro ovillo, por mucho que las truchas naden a contracorriente, me alegro de conocerte. 


Un beso, Laura, Lala, Lali, y como queráis llamarme. 

lunes, 9 de febrero de 2015

Algo más

Nos hemos olvidado, 
como tantas veces. 
Y hemos pasado ilesos,
a este mal trago... 
lo triste es que no haya sido 
en aquel bar urbano, 
lo triste es que no haya sonado 
la canción que ambos esperábamos. 

Y volveremos a volver a caer, 
porque está más que comprobado, 
despedidas ortopédicas, 
y algún que otro beso no dado.

Volverán, 
porque siempre vuelven, 
las palabras, 
las tesituras emocionales 
del "y si...", del "ojalá..."

Pero esto no me sorprende, 
somos perros viejos, y verdes. 

Nos hemos olvidado, 
como tantas veces, 
y como tantas veces
nos olvidamos, 
otras tantas volveremos, 
a dolernos de lo lindo. 

O quizás no. 

El destino es caprichoso, 
y ninguno queremos caer
en este tramo de accidentes, 
que conocemos como: 

el Amor. 





No es ni por asomo lo mejor, pero tengo una racha de vagueza, y de falta de inspiración considerable. Mil besos, Laura.