Reproductor de música

jueves, 24 de julio de 2014

Días futuros

Algún día cuando tu boca y la mía se vuelvan a entrelazar en la distancia; cuando el ruido de las olas vuelva a ser nuestra banda sonora, y las estrellas sean los focos que nos alumbren…
Algún día cuando te vea sentado, riendo, sorbiendo la cerveza, acariciándote el pelo, mirando a otras chicas como lo hiciste conmigo…
Algún día cuando no haya lágrimas que derramar, ni almohadas que mojar, ni platos que romper, ni canciones que pasar, ni versos que dedicarte…
Algún día cuando al escuchar tu nombre, no me asfixie por dentro, cuando al leer tus mensajes no me caiga al abismo de esos ojos que me funden y confunden…
Algún día cuando la edad no importe, y vivamos en la misma ciudad, cuando la distancia que nos une sea inversamente proporcional a la que nos separa porque ya seamos personas completamente diferentes…
Algún día cuando ninguno de los dos tengamos este lío, inseguridad, miedo...
Algún día cuando te tenga en frente, y piense en decirte lo mucho que te quiero, lo importante que eres… Ese día quizás me sobren el lápiz y el papel, y sean de mis labios los que musiten esas palabras y todos los versos que hice pensando en ti…o quizás me quede con las ganas de gritarte, porque ya me hayas cerrado tu puerta, o hayas cerrado la mía, o simplemente vivas tu vida... Ese día quizás nos preguntemos ¿Qué pasó? ¿Qué falló? ¿Por qué sí? Y… ¿por qué no?
Y quizás teniéndonos a centímetros de distancia, no seamos capaces de salvar la que antes nos separaba; pero sí saldrá a nuestra mente el "y si…": "y si hubiéramos intentado algo más…" "y si hubiéramos dicho cosas que no creíamos que eran necesarias…" "y si lo hubiésemos intentado simplemente"... Porque sin duda, ese día, eso será lo que más duela, y quizás yo siga queriéndote, echándote de menos y muriéndome por no tenerte, no haberte tenido; quizás lo siga, pero a mi manera... 





Algún día cuando deje de soñar despierta...







Buenas noches, atentamente Laura, Lala. 

lunes, 21 de julio de 2014

De ti y del sexo en general...


Aún te recuerdo en ésta cama de dos por dos que ahora está vacía y solitaria, que solo sabe preguntarme por el tacto de tu piel. Aún te recuerdo mirándome escondida tras esa melena alborotada y cobriza que tanto me gustaba… (¿Sigues con ese color?)
Te recuerdo saliendo del baño con todo tipo de braguitas; y me pregunto si sigue dándote vergüenza el quedarte desnuda delante de dos ojos que solo pueden idolatrarte… 
Y recuerdo cada beso que te di, descendiendo mientras te desnudaba por completo, y me pregunto si me faltó algún centímetro por besar, aunque lo dudo… no hubiese cometido ese error jamás.
Recuerdo la picardía de tu mirada cuando a horcajadas te subías sobre mi y tomabas el mando; 
como descendías lentamente con tu lengua viperina hasta mi sexo y conseguías arquear mi espalda de puro placer;o tus gemidos en mis oídos, nuestro sudor fusionándose en uno, mis embestidas, tus idas, mis venidas, tu boca buscando a tientas la mía, mis mordiscos en tu cuello, las marcas en tus manos de agarrar con fuerza el cabecero, mis manos recorriendo tu cuerpo, tus uñas en mi espalda, nuestros orgasmos... 
Y después de tanto, te recuerdo dormida sobre mi pecho y se me encoge el alma, te recuerdo de mil posturas en mi cama soñando quizás con nosotros, mientras te acariciaba el pelo... y recuerdo abrir los ojos cada mañana y verte ahí, a mi lado; con una sonrisa para mi, a veces inocente, otras veces de picardía con ganas de volver a repetir la noche, recuerdo tu tez pálida y suave, tus pecas; tu rostro angelical, las ganas de besarte con ternura de no dejarte jamás... 

Te recuerdo a ti entera, porque jamás en la vida cosa tan preciosa se me había perdido entre sábanas, y de tanto perderte, me perdí yo, y ahora no me encuentro y lo peor de todo, no te encuentro. 



Quizás después de tanto, va a ser eso cierto de que
somos dos personas adecuadas en tiempos equivocados.




Quizás esto es lo que ocurra. Buenas noches a todos, espero como siempre que os guste.
Un saludo, Laura, Lala. 


viernes, 18 de julio de 2014

Sin título y a deshora

Hoy ha sido de esos días en los que me he reencontrado con mi yo anterior. El calor abrasador me ha postrado en la cama, he mirado mi escritorio como quien mira la nada y he descubierto más de cien libros sobre él, y más de dos centenares en cajas y estanterías. He abierto la ventana (como solía hacer) y el sol me ha rozado cariñosamente mi tez pálida. Acto seguido he puesto mi lista de reproducción de Chopin y he divagado sentada en el filo de la cama para dos, que ocupa el 60% de la habitación. Me he acercado a la mesita de noche, he sacado incienso y poco a poco, el olor a opio ha impregnado toda la estancia. Me he sentido en paz conmigo misma, y con todo a mi alrededor. Después de remover libros y libros, mientras de fondo se escucha un dulce y solitario vals, he dado con lo que buscaba… mi libro favorito…Me he desnudado y sentada en el filo de la cama, contemplando la vida por mi ventana he resoplado, quizás del calor, del cansancio, de la desolación en mi interior… pero he resoplado, y he dejado caer mi cuerpo como si estuviera muerto. He acariciado el libro, y disfrutado de la suave textura de su tapa y he comenzado a leer… Cinco horas después he parado, por falta de luz, no de ganas… me he mirado al espejo y he llorado. Echaba de menos esto, encerrarme y leer sin parar, sola, sola con mi yo interior. Me he mirado al espejo y me he dado cuenta de que esta es mi vida, que no quiero ser princesa de nadie, ni compartir cama con nadie, ni que nadie me diga que me quiere, que me echa de menos, que me desea, o lo guapa que estoy; porque estas cosas son los anhelos que yo deseo escribir y soñar, y aunque parezca mentira, ahora no los quiero, no si me rompen todos los esquemas y cada hueco de mi alma… Me he mirado y me he dado cuenta de que esto es lo que quiero, encerrarme de nuevo en mi coraza de hielo, leer sin parar y recrear todo el mundo que se me ha destrozado… y esperar al invierno, porque en el invierno me siento más a salvo… 


Mi vaso está a punto de derramarse por este viejo colchón… y la verdad, es que ahora nada me importa, ni tan siquiera los "Hey, nena!" que tanto me solían gustar… 



"Ella pensaba que el amor
 de un modo derrotaba al amor de otro modo, 
porque estaba en la índole de los hombres
 repudiar el hambre una vez satisfecho el apetito."



Buenas noches, no tengo nada que añadir, espero que os guste, solo eso. 

martes, 8 de julio de 2014

Hablemos de coladores y clavos

Hablemos de los coladores...


Supongo que uno jamás será suficiente. No lo será, no porque no de la talla, no porque no esté al 100%; uno jamás será suficiente para llenar el vacío que dejó la persona anterior. 

Los humanos somos así, vamos de cama en cama buscando la esencia que otros dejaron en la nuestra. Somos una especie de coladores mutantes: viene una persona a nuestra vida, nos vierte en ella emociones, sentimientos, recuerdos, etc. Al tiempo se va, porque es imposible retener a una persona para toda la vida, es imposible incluso retenerla unos segundos, y se va como se van las golondrinas o el sol cada tarde. Al irse, deja un agujero en tu alma y cuando llega una persona nueva, las cosas que no te ofrece y la anterior sí, se han ido por dicho agujero, y así sucesivamente, persona tras persona... hasta que quizás llegue una que se pare a tapar y fruncir todos los descosidos, pero eso no suele pasar en la vida real, o quizás sí pero tienes que ir agarrado de la suerte. 


Hablemos de los clavos...

Y si somos coladores, también somos clavos. Yo soy el clavo que sacó a los que tenías en tu pecho, ahora vendrá otro clavo que saque el mío de tu corazón y lo deseche a cualquier parte, al mar por ejemplo. Y así sucesivamente; uno, tras otro. 
Sucede que a veces un clavo no saca a otro clavo sino que lo hunde más, y ahí está el problema; hay que saber elegir bien los clavos de tu vida.

Y ya que estamos hablando de los clavos de mi vida, 
del colador que se ha convertido mi alma...
Hablemos...

Hablemos de decepciones, 
de ti y de mi, del uso exagerado del placer, 
de todo lo que creímos ser. Del autoengaño.
Del engaño en general. De lo poco que me importa, 
de lo mucho que me duele. 

Hablemos del vacío de tus abrazos que no abrazan nada, 
ahora que he salido corriendo en dirección opuesta. 

Hablemos de mis sueños pisoteados, 
de la escoba vieja que los barre y esconde, 
bajo la alfombra donde jugamos a querernos.

Hablemos de mi coraza de hielo, a la que vuelvo, 
esa que derretiste y echaste abajo. 

Hablemos….

Hablemos de expectativas, de distancias, 
de dolores de cabeza, de copas rotas, 
de películas mal acabadas, de polvos por echar,
de condones sin usar, hablemos de todo eso y más. 

Hablemos de lágrimas derramadas, 
de noches en vela, de música que marca. 

Hablemos del uso y el desuso de las palabras, 
de los sentimientos, de las personas, 
algo muy natural y que entiendo. 

Hablemos de la del espejo, 
de quién es y de cómo se siente, 
de su alma quebrada, del daño de su mirada. 

Hablemos...

Hablemos de mi miedo, 
de mi vuelta a la inseguridad, 
de volver a soñar, creer, qué se yo, 
¿de volver a amar? Sí, puede ser.

Hablemos de todo lo que quieras, 
que ya hablaré yo de lo que me apetezca. 




Espero que os guste, comentad y decidme qué os parece. Un beso grande, Laura, Lala.