Es tan
grande lo que llevo dentro. Tan grande que haría falta todo un universo para contenerlo.
Todo es una condensación de sentimientos, unos buenos y otros no tanto. Y mi
alma necesita un baño, pues el rencor y la ira van calando tan dentro, que han
tocado hueso y han empezado a pudrirme de tal manera que solo salen lágrimas
negras como la tinta de está pluma.
Y tengo
a mi yo interior corriendo en círculos sin saber qué hacer. Llorando en cada
rincón de este humilde corazón. Llorando en cada sitio, alejada de miradas impertinentes
y malintencionadas, alejada de toda persona que quiera hacerme daño.
Nadie
en la vida entenderá estas tristes palabras que hoy os dedico, ni tan siquiera os aproximaréis a la pena que
tengo y que me produce estos grandes nudos en mi garganta. Nudos que ahogan mis
palabras, las sumergen en el abismo de la desesperación.
Tan
solo os dedico unas frases de angustia, de socorro quizás.
Pasará
el tiempo y este purificará todo lo negrecido de mi ser como lo haría un
dentista, pero la espera arde, quema y abrasa.
Me consuela saber que entre tanta oscuridad volvió
a resurgir la esperanza. Me consuela saber que una mano me alza. Y me consuela
y me da más fuerza saber que eres tú. Pues has secado siempre mis lágrimas, me
has arropado en tus abrazos y me has amado en tus silencios. Y aunque la espera
fuera eterna valdría la pena si tú estás conmigo, dándome la magia que ha
perdido este ser porque después de este batacazo ha perdido el norte y su
estrella.
Nadie
sabe que nos deparará el futuro, ni siquiera sabes si estarás mañana vivo. Pero
hay que seguir adelante aunque cueste avanzando, ahora te toca tirar de mi como
yo tantas veces tiré de ti, y habrá veces que me llevarás a cuestas y otras
veces que seré yo la que me caiga al suelo sosteniéndote, pero valdrá la pena
porque estaremos juntos.
Es
difícil avanzar con la cruz encima si aún no se ha talado el árbol. Es inevitable
que no te pinches al besarme, al abrazarme, pues tengo todo lleno de todas las
rosas que no me diste. Y es posible que te hartes, te canses de este cuerpo
melancólico… pero has de pensar que este cuerpo que ahora está desmoronado
siempre estuvo en su apogeo, cuidándote, y velando por ti, y has de pensar que
cuando la montaña rusa de mi vida consiga pararse en lo más alto todo será
maravilloso.
Estoy
feliz de tenerte conmigo, y más sabiendo que has vuelto a chapotear en la
fuente de mi patio, porque siempre fuiste Mi Querido Ruiseñor.
RL. Por
LML.
https://twitter.com/LauraFireflies
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