A ti,
que cada mañana me despiertas los sentidos con tus “Buenos días”,
que haces que mi cara parezca un anuncio de dentífrico…
A ti,
que a pesar de la distancia, física y no tan física, te siento dentro,
asentada en un rincón de mi corazón, pidiendo paso.
Quererte no ha sido una opción, llegaste, y sin querer, te instalaste en mi, llenando mi mente y mi alma de amor y cariño.
No puedo elegir, no quiero elegir, pues no es fácil saltar este abismo, pero es innegable lo que siento por ti.
Imaginar cada noche en tu cama, a tu lado, sintiendo tu respiración mientras el sueño te vence… Imaginar tus manos sobre mi, dándome calor… Imaginar tus pupilas mirando a las mías, perdiéndose en la profundidad de mi ser…
Me estremezco pensando en ti, en cualquier situación que podamos generar al estar juntos.
Soñar es lo que me queda, o mejor dicho, nos queda… no es mala opción, pero no deja de ser doloroso, no poder saber a qué saben tus labios, a qué huele tu pelo, qué tacto tiene tu piel.
Quererte no ha sido una opción, el amor viene y va, y tu has llegado para quedarte, pues tienes gran parte de mi corazón ocupado.
Los imposibles no existen… ¡JA!... perdonad que me ría, queda tan bonito decirlo. Hablar de los "Ojalás" y los “y si”, están a la orden del día en nuestras conversaciones del café. Existen, claro que sí, y son difíciles de gestionar. Algunos son imposibles de “puedo y no quiero”, y esos, me dan vergüenza ajena, venir a dar un caramelo y en pleno saboreo, quitarlo… eso no está bien. Eso no es un imposible, eso es un miedo irrefrenable al “compromiso”.
El que quiere y no puede, y el que puede y no quiere, y tú, en medio, como si de un partido de tenis se tratara. Qué injusta es la vida.
Pero no importa, solo me importas tú y tu felicidad.
Atentamente, Reiteck.
Empiezo esta nueva sección o como queráis llamar donde iré publicando textos de otras personas que quieran ponerlo aquí, porque a todos nos une el mismo deseo de escribir y llegar.
El o la escritora de este texto, ha preferido permanecer en el anonimato hasta nuevo aviso.
Gracias por todo, un beso Laura, Lala.