como tantas veces.
Y hemos pasado ilesos,
a este mal trago...
lo triste es que no haya sido
en aquel bar urbano,
lo triste es que no haya sonado
la canción que ambos esperábamos.
Y volveremos a volver a caer,
porque está más que comprobado,
despedidas ortopédicas,
y algún que otro beso no dado.
Volverán,
porque siempre vuelven,
las palabras,
las tesituras emocionales
del "y si...", del "ojalá..."
Pero esto no me sorprende,
somos perros viejos, y verdes.
Nos hemos olvidado,
como tantas veces,
y como tantas veces
nos olvidamos,
otras tantas volveremos,
a dolernos de lo lindo.
O quizás no.
El destino es caprichoso,
y ninguno queremos caer
en este tramo de accidentes,
que conocemos como:
el Amor.
No es ni por asomo lo mejor, pero tengo una racha de vagueza, y de falta de inspiración considerable. Mil besos, Laura.
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