Reproductor de música

jueves, 22 de mayo de 2014

Pasión

Eran las cuatro de la madrugada, dos personas frente a un televisor, marido y mujer; risas, gritos, enfados… Algo normal.  De vez en cuando se escuchaba un: "Nena, ¿qué significa esto? Ya sabes que el francés no lo domino mucho". Ella le iba traduciendo poco a poco todos y cada uno de los diálogos que aparecían; él simplemente manejaba el mando. ¿Os imagináis ya por dónde voy? De vez en cuando, se escuchaba un: "Pero, ¡qué tonto eres! no te das cuenta de que por ahí no es." "¡Esa melodía no es!" Mientras tanto, una niña observaba desde el pasillo….

Ocarina of Time llegó mucho más tarde a mi casa, como propiedad, es decir, adquirido por mi. Es cierto que en el 99, recién nacida una de mis hermanas menores, y un año después de que saliera a la venta, el juego entró por primera vez gracias a un primo. Estuvo tan solo unos meses, lo suficiente para crear un fuerte vínculo. 
Mi padre, Nintendero y sobre todo Zeldero, lo cogió con ganas; y mi madre igual que él. Yo, aún era pequeña, pero recuerdo con nostalgia, cuando volvía mi padre de cada viaje y decía: "Nenas, ¡es hora de jugar!" Ambas mi madre y yo, sentadas en un sofá, íbamos contemplando como mi padre se pasaba esta joya. Mi madre, que entiende el francés bastante, le iba traduciendo y yo, bueno yo, simplemente me quedaba maravillada sin hablar. Era tan bonito, y queridos fans de la saga, disculpadme por la comparación, pero para mi, en aquel momento, era como ver una película de Disney, de las clásicas, pero mucho mejor y muchísimo más larga. 

Era simplemente, genial. 

Recuerdo cuando llegó el momento del encuentro primero entre Zelda y Link, ese día, creo que fue muy importante para mi. Esa escena, os puedo asegurar que cada vez que la juego, y ya van muchas veces, se me escapa una lagrimita, una detrás de otra. A partir de ese momento, creo que fue cuando comencé a ser tan soñadora, porque otra cosa no, pero la escena invita a soñar. 
Me pasaba las horas muertas tarareando la canción, mi madre lo dice; y tengo por ahí un vago recuerdo, de esos de la infancia que permanecen para siempre…

Era una noche de verano, y fue junto a mi vecino (con el cual pasaba y paso todos los veranos). Estaba apoyada en una furgoneta blanca, tarareando la canción, y me dijo: "¿A qué jugamos hoy?" A lo que yo respondí: "A ¡Zelda! Tú serás Link, y yo seré Zelda. Y Ganondorf es malo, me quiere secuestrar."

Y así día tras día, iba creciendo un sentimiento de cariño y pasión, hacia el videojuego. Yo jugaba, pero lo típico, darme vueltas por la pradera, matar algún que otro esqueleto, sí, que no son "zombies" como he visto en un análisis. NO SON ZOMBIES

Pese a este cariño inmenso que le tengo a Ocarina of Time, juego que tiene más razones de las que piensa la gente de ser mi videojuego favorito; pese a ese inmenso cariño, éste no lo es. Y no lo es, porque a finales del 2000, recién nacida esta vez mi otra hermana pequeña, mi padre reservó un nuevo TLoZ. Mi madre y yo, no cabíamos en nosotras, eso implicaba diversión sin fronteras y además esta vez en español, ¡qué lujo! Mi padre era el que más nervioso estaba, había leído sobre el asunto, y aseguraban que era diferente a los anteriores… Recuerdo abrir la caja de Majora's Mask y exclamar: "¡Pero si es dorado! ¡Mira! ¡Es dorado!" Recuerdo a los cinco en el salón, expectantes; yo tapándome la cara cada vez que se ponía las máscaras… realmente, ahora lo pienso y daban miedo, y dan miedo las transformaciones.  Y sí, el juego era súper diferente, pese a que los personajes parecían ser los mismos, tenían distintas historias.  Sinceramente, creo que lo que más me sorprendió en ese momento, fue la ausencia de Zelda. Sale solo como un vago recuerdo. Y veréis, este es el motivo por el que automáticamente se convirtió en mi videojuego favorito, por eso y porque fue el primer juego que me pasé. Majora's Mask, fue duramente criticado en su momento, sin embargo, para mi es una joya, y su banda sonora otra. No obstante, no quiero irme del tema, no estoy aquí para hacer un cutre análisis de OoT, MM o cualquier otro juego de la saga. A mi parecer, es mejor estarse callado que abrir la boca para decir: "Ésta es la Ocarina of Time, de ahí el juego" o "Hay muchos laberintos, de eso va el juego", pero tampoco estoy para criticar otros análisis, o por lo menos de momento. 

Otros juegos llegaron, de la saga me refiero: Wind Waker, Twilight Princess, todos los de las portátiles, la nueva joyita Skyward Sword; y cada videojuego, volvía a reunirnos, nos peleábamos por jugar; pero lo especial de todo, era esa espera inquietante a mi padre cada tarde, para jugar todos juntos por la noche; esa somnolencia que quería evitar a toda costa, porque no quería perderme ni un detalle. Ahora mientras escribo esto, me pregunto cuántas noches me habrá subido mi padre, a las cuatro o las cinco de la madrugada, a mi cuarto, por querer seguirle el ritmo y acabar frita (dormida) en el sofá. 

Y ahora me pregunto, en vuestro lugar, ¿por qué me hice los tatuajes? Creo que queda muy claro. Un tatuaje es para toda la vida, como lo será el momento en el que comencé a jugar, como mi familia…
Y ahora me pregunto, en vuestro lugar, ¿qué significa para mi eso de un nuevo Zelda? En mi casa, un nuevo Zelda significa reunión de nuevo, risas, llantos, discusiones, pero en cierto modo nos hace olvidar los problemas, que tristemente, no son pocos.
Vivo a 400 km de mi hogar, y no es por dramatizar, pero si sale un nuevo videojuego, sé perfectamente que me van a esperar, y creo que eso es motivo más que suficiente para que lo espere con tantas ansias. 

Sinceramente escribo esta entrada para que entendáis de una vez por todas, que ser "gamer" no implica tener tres mil videojuegos en una estantería, ser "gamer" no es jugar a miles de videojuegos, no. Puedes ser "gamer" y haber jugado solo 10 videojuegos en tu vida, ¿por qué? porque creo que uno es "gamer" cuando vive y juega con pasión un videojuego. No vale de nada conocer todo de una saga, sus trucos, sus entregas, sus OST's; no vale de nada, si no has jugado con pasión. 
Anoche le decía a una buena amiga, compañera del sector, que realmente la gente que farda (que hay mucha) de ser amantes de los videojuegos, jamás entenderán que es ser un jugón, ¿por qué? porque jamás sabrán que es jugar una, y otra, y otra, y miles de veces un juego y sentir lo mismo que la primera vez, no lo sabrán porque en la mayoría de los casos el juego pasa simplemente a la estantería, pasa a ser un objeto, el cual proporcionará morbo a sus seguidores, o a quién contemple su colección…

Eso es lo más triste, pero una gran realidad. Y ojo, tengo que decir que yo he comenzado a odiar esa palabra. 

Otro día hablaré de otros videojuegos, y otras historias; pero ahora, me retiro, creo que he dicho más que suficiente. 


Buenas tardes, atentamente Lala, Laura. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario