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sábado, 14 de junio de 2014

El Egoísmo de las Grandes Masas Mediáticas

Hace unas semanas tuve la oportunidad de entrar en contacto con el Informe McBride, Binta y la Gran Idea o Partir, para Contar; tres producciones, que me han hecho ver como los países del norte han “donado” la tecnología a los países del sur. Muchos pensarán que ésta es una gran acción, pero mientras escribo esto, me pregunto cuántas personas pertenecientes a países subdesarrollados, saben utilizar el ordenador, cuántos han visto alguno en su vida; incluso me atrevería a preguntar cuántos saben leer o escribir...


Informe McBride


El Informe McBride o Un solo mundo, múltiples voces  es un documento emitido por la Unesco en 1980. Surge del debate que se crea alrededor del desequilibro que hay en cuanto a medios de comunicación entre el Norte y el Sur. 

Se creará en el contexto de la Guerra Fría (1945-1989); Crisis del petróleo (1973); y los Movimientos de los Países No Alineados.  

“¿Qué se pretende con el informe?” Es la pregunta que debemos hacer. La Unesco pretenderá denunciar con este artículo, el desequilibrio entre el Norte y el Sur, como bien he mencionado ya, y denuncia también el monopolio creado entorno a la comunicación y a la información que carece de diversidad de voces que ya no solo participen en la producción de información sino que tampoco lo hacen en los medios de masas comunicativos; pretenderá promover un nuevo orden mundial de la información y de la comunicación más justo, y más eficiente; pero sobre todo, se intentará mediante el informe llegar a la democratización de la comunicación; teniendo en cuenta que la democracia engloba a todos los ciudadanos y que estos mismos tienen derecho como humanos a la información y a la comunicación, y teniendo en cuenta también que para el desarrollo de una sociedad democrática es necesario una formación básica entre los ciudadanos, por lo que si éstos están privados de esos derechos no se podrá llegar a dicha sociedad. 

Toda esta “parrafada” o idea central del informe se dio a conocer en 1976 junto a la creación de una Comisión Internacional para el estudio de los problemas de la Comunicación; la cual estaría presidida por el irlandés Sean McBride. 

Este informe tuvo muchísimas críticas negativas más que halagos, en especial por parte de Estados Unidos, la URSS, los Países No Alineados y Reino Unido. 
Sería a finales de 1983 cuando Estados Unidos (presidido por Ronald Reagan) anuncia su retirada, y este hecho, estimuló la salida también del Reino Unido (política de Margaret Thatcher) de la organización internacional. Ésta marcha, la justificaron alegando que se había cambiado mucho en cuanto política en relación a la comunicación, también los acusaban de atentar contra los cimientos de las sociedades occidentales.
Así pues, a partir de la Conferencia General de 1987 se establecerá una Nueva Estrategia de la Comunicación, que se alejará de la anterior, y entre otras cosas intentará sobre todo mejorar las infraestructuras, e intentar conseguir en la Unesco una nueva etapa de paz.


Binta y la Gran Idea, junto a Partir, para Contar


Binta y la Gran Idea, es un cortometraje que nos pone desde el punto de vista de una niña que vive en Casamance al sur de Senegal. De forma opuesta al informe McBride, este corto nos sitúa en el lado “Sur” del que tanto se hablaba en el mismo. 

Binta es una niña que va a la escuela y que nos contará en “off” la magnífica idea de su padre, de la que ella es partícipe. Así pues, vemos como se narra paralelamente la vida del poblado y de todos los habitantes que viven en él, incluyendo y sin dejar de nombrar, la historia de su prima Soda. Ésta es una niña, la cuál no va a la escuela porque su padre no le deja. 
Es en este momento en el que encontramos uno de los puntos que considero fuertes del corto, y es la diferencia de pensamientos dentro de una misma cultura, ese avance y ese retraso. Otro de los puntos a destacar, será la diferencia notoria que se crea entre “los tubab la gente blanca; y los de Senegal. Esto se aprecia en el inicio del corto, y a lo largo del mismo: un amigo del padre de Binta les cuenta las maravillas de la tierra de “los tubab, le cuenta que para defender sus bienes van armados y muy asombrado le enseña un artilugio, un reloj que suena al mediodía en punto. 

<<¿Qué sucede al mediodía? - pregunta el padre de Binta; ¡Pues que la alarma suena! - contesta el amigo>>





Por otro lado, he querido aumentar el contenido analizado para el ensayo, con otra historia que también nos lleva a Senegal. Partir, para contar es un libro que narra la historia de Mahmud Traoré, un chico de 20 años que decide salir a la aventura y emigrar a Europa. Para ello recorrerá África entera; pasará penurias, y al final tras 3 años y medio de viaje, lo conseguirá. 
¿Por qué decide salir de su pueblo? Porque la cantidad de información que le llega de Europa, en su mayoría exagerada, le hacen recrear un país idílico al que tiene que escapar. 

En una charla que ofreció hace unos días Mahmud, decía que un título alternativo para la obra sería: El Camino, si hubiera sabido. Por curiosidad le pregunté, que cuál hubiese sido su camino entonces si hubiese sabido todo lo que iba a pasar y él respondió: “No hubiese habido camino, porque no hubiese salido de Senegal. Las cosas que nos llegan de aquí, de Europa a Senegal, son tan maravillosas. Nos pintan un cielo, que luego realmente no existe. Parece muy fácil decir que vas a viajar desde Senegal a España, pasando por muchos países como Libia, Argelia o Marruecos; pero realmente no lo es. No solo porque te conviertes en ilegal al llegar, si no porque no entiendes nada de la vida europea. Allí tenemos teléfonos, televisores, y demás pero solo los más ricos son los que los entienden, o los que son como yo, que han estudiado. A mi madre le costó entender un teléfono. (Ríe)”


Por esto lo he elegido, aquí también se ve como los países en vía de desarrollo, realmente no entienden qué hacer con nuestras cosas, y por mucho que se pretenda mejorar la comunicación, sin previa educación, no se llega a ningún puerto. 


En cuanto a mi opinión personal, me parece increíble la situación que se vive en cuanto a desequilibrio comunicativo. No solo es enorme, si no que la brecha crece conforme pasan los años. 

Sin duda, el Informe McBride era una “posible solución” que no llegó a ningún puerto. El ¿por qué? A mi parecer, realmente a las grandes masas mediáticas y a los grandes países del Norte (voy a utilizar estos dos conceptos que poco me gustan para hacer distinción) no les conviene un desarrollo de los países del Sur. “¿Por qué?” os preguntaréis; es sencillo, el que un país que les sirve de mano de obra, porque esa es la realidad, son mano de obra y explanadas para construir plantaciones, fábricas, dejando de lado todo el tema de petróleo que me parece una vergüenza; que ese país, despierte, crezca, se mentalice y cree una opinión pública propia, seguramente sea la mayor pesadilla para los ya citados antes. 
Entonces, era de prever que estas grandes corporaciones, países y demás, eliminasen cualquier forma de mejoría en las comunicaciones de los países del Sur. 

En mi opinión, todos tenemos el mismo derecho de recibir una educación de las nuevas tecnologías (derecho que cito para no salirme del tema, porque podría ponerme a hablar del derecho a un salario y a unas condiciones laborales dignas) para prosperar en cuanto a comunicación. De nada vale, vender 500 ordenadores a una aldea si ésta no va a saber ni encenderlos, si a lo mejor el 75% son analfabetos; bueno, sí que sirve, sirve para llenarse los bolsillos los comerciantes ¿no? 

Quizás, no sea un problema de ganas, porque seguramente los países del Sur, quieran parecerse a los del Norte, y harán todo tipo de cosas para conseguirlo; como por ejemplo, la gran aventura de Mahmud para llegar a Europa, su mundo (no) idílico. Quizás, no sea un problema de medios, porque excluyendo la economía del país, hoy en día, se puede acceder y llevar a esos países nuevas tecnologías. A mi parecer, es un problema de egoísmo, y para que lo entendáis, para que sepáis a qué me refiero, lanzo la siguiente pregunta: 

Realmente, ¿creéis que EE.UU se mete en tantas guerras con países del Sur por las gentes? O, ¿Es por el petróleo y los bienes que posee ese territorio? 

Los que penséis que sí a la primera pregunta, por favor, no me hagáis reír con temas tan serios como son las vidas de unas personas. 

Simplemente se trata de un monopolio capitalista y egoísta que quiere absorber: lo suyo, lo tuyo, lo del vecino; y ojo, que si existiesen los extraterrestres (cosa que no  pongo en duda) y estas gigantes masas pudiesen, también absorberían sus bienes. Es una lucha constante por estar en el poder de la economía, y da igual que se lleven por el camino. 


Para acabar, recordar lo triste que me parece, que por egoísmo muchas personas en el mundo no sepan qué es un teléfono o qué es un televisor; aunque para ser sinceros, no sé qué es peor, saberlo o no saberlo.




Espero que os guste, y sí no es así ya sabéis. 
Quejas, sugerencias, halagos e insultos por comentarios. 

Un beso, Laura. 

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