He gastado mi inspiración en ti,
como gasté en ti cada noche
todos y cada unos de mis versos.
He gastado en ti la juventud de mi tiempo;
los segundos y las horas de mis sonrisas,
el amor desenfrenado de un corazón herido.
He gastado en ti mis sentimientos, sueños e ilusiones…
Y lo volvería a gastar. Volvería a gastar todas y cada una de mis palabras,
volvería a gastar el rojo de mi corazón
para escribirte versos en tu espejo
tras salir de tus blancas sábanas.
Volvería a gastar todo,
porque todo lo que tengo es escribirte -y que me leas-
que es lo que me salva de la caída más letal.
Gasté en ti, mis orgasmos,
mis gemidos, mis lunas, mis sentimientos…
Me gasté en ti, y lo volvería a hacer,
porque aunque me haya quedado muda de palabras,
es a lo que puedo aferrarme para no caer,
es lo que me da fuerza.
Gasté en ti toda mi inspiración,
como gasté en ti todos y cada uno de mis versos,
todas y cada unas de mis noches,
y lo volvería hacer, porque no me arrepiento de gastarme (yo) en ti...
... querida poesía.
Buenas noches, y siento esta ausencia de palabras queridos lectores.
Atentamente Laura.
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