Porque los atardeceres
ya están muy vistos.
Como esa manía
de comerse a versos,
besayunarse
y otras tantas gilipolleces.
Eso es de todo el mundo.
Prefiero, que si con una
estúpida caricia,
se saca más poesía,
no quiero imaginar
lo que origina una noche
entera, mostrando
unas ojeras patentes
y una sonrisa de idiota;
eso sí que es sacar
toda la poesía
que lleva uno dentro.
A mí ya me ganaste
cuando dijiste
"vamos a ser como el otoño;
y voy a desnudarte
como octubre desnuda Madrid.
Y vamos a bebernos tanto
obligando a que nuestra alma
entre en un estado etílico,
vicioso y crónico".
No sé tú,
pero yo le dejo a Neruda
la primavera
con sus cerezos;
que yo me quedo
con el otoño,
sus hojas,
su frío
su brisa
que desnuda
con un sólo
contacto.