Los pasos me han vuelto a llevar al mismo sitio. El tiempo no parece cambiar, y sin embargo, ya se comienza a ver el vaho emerger al ritmo de la respiración acelerada de la ciudad. No sé a qué día estoy, ni qué sucederá cuando el semáforo peatonal se ponga en verde. Cruzo con la esperanza de quien sabe que algo bueno ocurrirá, pero nada sucede. Freno y miro en todas las direcciones.
Nada.
Todo sigue igual: mismo cruce, hora, personas, mismas parejas mostrando su amor desde la mañana, mismos coches, ropa, olor, pero Ramón y Cajal jamás será la misma si no me cruzo hoy contigo.
Nada.
Todo sigue igual: mismo cruce, hora, personas, mismas parejas mostrando su amor desde la mañana, mismos coches, ropa, olor, pero Ramón y Cajal jamás será la misma si no me cruzo hoy contigo.
Últimamente traigo cosas cortitas que escribo en ratos libres.
Espero que os guste y buenas noches, Laura, Lala.
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