Reproductor de música

jueves, 18 de diciembre de 2014

Marfil

Suena la música, y dos manos desnudas se encuentran en silencio. 
Las luces van y vienen, a ratos muestran las marcas de la vejez, a ratos la agilidad de la infancia.
El desconcierto ante la similitud se acrecenta, son tan parecidas y a la vez tan distintas; 
que poco a poco, aumenta la tensión entre ellas. 
Con recelo se observan, se acercan y se alejan, pero jamás se tocan.
Y así, sin más preámbulos, ambas comienzan a bailar un tango
al compás de palabras mudas que se lleva la leve brisa que entra por la ventana. 
Giran sobre sí mismas, suben y bajan; y entre movimiento y movimiento,
dejan a la vista el anhelo y la pasión que las separa. 
Están tan cerca y a la vez tan lejos, que duele y eso las lleva a un extremo y al otro.
Y pese a la distancia, un hilo mágico y transparente las une, y lentamente las vuelve a acercar
aunque quieran huir, y luchen contra ello. 

Juntas de nuevo, ya no hay vuelta atrás, ni sitios a donde huir;
no hay máscaras que utilizar, ni disfraces donde refugiarse. 
Solo queda la desnudez de unas frías manos que se añoran, y el orgullo las separa.
Solo queda la soledad de unas frías y suaves manos, 

que bailan quizás...

... sobre las teclas de un piano... 



Buenas noches, Laura, Lala. 
Espero que os guste la lista de reproducción que he puesto en el blog. 
Saludillos. 



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