Reproductor de música

martes, 30 de septiembre de 2014

Cosas de Martes

Estar tirada todo el día en el sillón, 
viendo pasar la vida, 
como quien se sienta en un parque
a echarle de comer a las palomas,
-odiosas ratas voladoras. 
El problema es que poca vida hay, 
entre estas cuatro paredes. 
Diría yo, 
que hasta mi cactus
tiene más vida que yo,
 que mi corazón.

Me observo a mi misma, 
y me río de lo patética 
que puedo llegar a ser, 
llorando en cada rincón, 
por nada, 
por todo...

Me observo en silencio, 
y salgo, y entro, 
y el tiempo parece intacto, 
y yo me hago vieja, 
me descompongo
como un cadáver abandonado
después de un asesinato.

Píes arriba, píes abajo, 
no sé de que manera luchar
contra la apatía de esta vida, 
a la que creo no pertenecer...

No sé, cosas de Martes... 







Buenas noches, y feliz Martes de mierda. 
La de la fotografía soy yo, y ésta es mía, al igual que el texto, ya sabéis. 
Espero que disfrutéis, o no. 
Os quiero pequeñas truchas.

domingo, 28 de septiembre de 2014

El Apareamiento de la Trucha

Hace tiempo que me viene rondando la idea de soledad, supongo que todos los escritores tenemos nuestras etapas, y eso se ve en mis escritos ¿no? 
Puedo escribir durante mucho tiempo acerca del amor, porque quizás esté enamorada, y ahora no escribo, porque sencillamente estoy ausente del mundo. 
Y la verdad, es que siendo sincera, tengo ganas de escribir como siempre, pero no quiero repetirme, no quiero escribir sin sentir, y no puedo escribir sobre lo que siento ahora mismo, no sería justo para muchas personas. 

Creo que hay muchos tipos de personas: personas desesperantes, enamoradizas, soñadoras, estúpidas, buenas, malas, hay infinitos adjetivos, porque hay infinitos tipos de personas; y bueno, luego están las personas como yo, esas que hemos nacido para la soledad, no porque no podamos tener otra cosa, sino que no la encontramos, o no buscamos bien, o simplemente no aparece, porque realmente esto sea lo que merecemos. 

Hoy, como muchos otros días, he hablado con un amigo y le he contado acerca de mis inquietudes. Me gusta tener la visión de otras personas. Él como tantos, supongo que se extraña de la ausencia de mis escritos, pero bueno todo son rachas. Y al leer esto, muchos os preguntaréis que cuáles son mis inquietudes; realmente, tengo muchísimas pero si estoy escribiendo esto es porque quiero llegar a un fin, y no quiero divagar en mis preguntas existenciales sobre la sexualidad de una trucha de lomo turquesa que asciende por el río Volga a su paso por Leningrado, o de a quién sería justo darle la patria potestad si al caballito de mar o a la "yegua"… 

Fuera chistes malos y preguntas estúpidas, quería hacer una reflexión, no sé si profunda o no, acerca del apareamiento de las medusas mediante esporas… que no, que no, que estoy de broma, solo quiero quitarle hierro al asunto.
La reflexión es acerca del verbo Amar, y de lo que implica, no en todos sus ámbitos puesto que da para tesis doctoral o guión más largo que el de Arrayán pero sí, en el mío. 
Y ¿cuál es el mío? Veréis, solo quería comentar que el hecho de que una persona esté sola, no implica que ésta no pueda o no tenga capacidades para amar, puesto que todos hemos amado alguna vez en la vida, o ahora lo hacemos. Una persona solitaria puede amar, no solo a otra, si no a la vida misma, porque ojo, aquí no hablo de amor del Corte Inglés, hablo del amor en general.  Por qué os comento esto, he llegado a la conclusión de que no vale la pena amar a la gente y darlo todo (guardar las antorchas inquisidores, que no soy una hereje) no vale la pena si no se recibe nada a cambio. NO es suficiente con Amar para ser feliz, y jamás lo será. Realmente ¿sirve de algo darlo todo por una persona, quedarse vacío y no recibir nada ? No, no por lo menos en los tiempos que corren, llamadlo como queráis, ser pagafantas o pagacocacolas; pero no es suficiente, porque quedarse vacío y ser solitario puede ser lo más doloroso que hay, y quien lo ha vivido sabe de lo que hablo. 

¿Estoy hiriendo sentimientos? Esperad, que continúo. 

Y ahora para seguir, y en relación con lo anterior, comentar que me hace mucha gracia las frases tipo: "puedes tener a quien quieras" Y ¿por qué me río de esas palabras? En primer lugar porque las personas no somos objetos que podamos poseer; y en segundo lugar, porque podemos realmente "tener" a mucha gente, pero debemos preguntarnos ¿nos llenan todas esas personas? o ¿puede ser que la persona que nos llena en verdad pasa de nuestro culo? Dos preguntas difíciles, pero muy sencillas a la vez. Nadie se las cuestiona, y luego pasa lo que pasa, llantos, se rompen corazones, insultos y demás…
Yo siempre me las hago. Y os diré que puedo "tener" a mucha gente, y no "tengo" a nadie, porque no quiero que nadie me ame y no reciba ni las gracias de mi (cosa que veo difícil porque soy muy educada) lo que yo quiero, es dar y recibir (fuera acotaciones sexuales, que también) lo que yo quiero es saciar esta necesidad de vivir con alguien, y que luego cuando le recuerde no haya recuerdos, valga la redundancia o no, sino que queden sentimientos. Lo que quiero es vivir sintiendo, porque para mi lo demás es perdida de tiempo, y este gracias a -inserte Dios al que alabar, yo elijo a Hylia- es finito. 

Siento que esto no haya sido una clase de biología, que nada tenga que ver con el apareamiento de la Trucha, pero si os digo la verdad, me gustaría ser pez, no tendría estos calentamientos de cabeza y vosotros no tendríais que leer este absurdo humor de pacotilla que tengo. 

Gracias por leerme. Y no, no he vuelto, porque no me fui. Atentamente Laura, Lala. 


PD: Os quiero mucho, como la trucha al trucho. 

jueves, 18 de septiembre de 2014

Morir de ganas

El verano se acaba, y con él todos los amores fugitivos que surgieron las estaciones se llenan de tristeza, y mi tren está a punto de salir. Yo, que estoy siempre en mis tonterías, despierto en otoño. Tu otoño,de hojas secas, ilusiones rotas, sueños por cumplir, cosas por hacer,besos que no has dado, te quieros que no has dicho….El verano se acaba, y yo que soy un sauce llorón me seco las lágrimas en otoño, tu otoño, pero éste ya no está.No está, no porque no quiera, si no porque mi tren se aleja lentamente, para llegar al invierno de mi soledad. Mirando la vida pasar por la ventanilla, me ahogo en un mar de dudas, de si volveré a verte, volveré a tenerte, a besarte…"Quizás esto sea lo mejor…" pienso, pero niego en mi pecho.Y aunque ambos sabíamos que este momento llegaría, yo no quise verlo, y ahora sentada aquí, leyéndote estas cutres palabras, me doy cuenta de todo lo que eres. Has sido más que un amor de verano, más que polvos esporádicos en esta habitación, más que citas en cines mugrientos, besos robados, ilusiones vanas, has sido más que eso, una salvación, volver a creer, derretir mis paredes de hielo… Perdona si lloro al escribir esto, perdona si no te miro a los ojos, si soy poco conversadora, perdona por enamorarme de ti.

Te he dedicado todos mis versos, todas y cada una de mis noches las he pasado escribiéndote, para que me leyeras… Porque has sido más que un amor de verano, has sido mi inspiración y si ahora la cosa escuece, es culpa mía por acostarme con mi muso y romper así, todas las teorías de cualquier poeta. Y ahora que mi tren se está yendo, ahora que te quiero más que antes, que sigo escribiéndote, me da miedo de hablarte, por si todo en tu interior, ha cambiado. Por si no encuentro lo que antes veía, cuando todo era un caos, cuando decías que era tonta, cuando nadie me entendía… me da miedo descubrir lo que no quiero. Porque has sido más que un amor de verano; y si permanecí a tu lado, si volví a recaer en tus sábanas de estrellas es porque cada vez que me perdía en ellas, volvía a encontrarme, encontrarte, ser feliz, volvía a creer, volvía a quererte…

Y ahora que mi tren, está a punto de marcharse, la estación se entristece porque quizás, sea cierto eso de que: somos dos personas adecuadas, en tiempo y lugar equivocado…

Y ahora que te tengo en frente, me voy a morir de ganas de decirte que te voy a echar de menos. 




Buenas noches a todos, espero que os guste y a partir de esta entrada creo que voy a hacer un giro en cuanto a temática, ya veremos que sucede.
Un beso, Laura. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

De trenes y estaciones

Supongo que nuestra relación, 
de amantes,
es como las vías de un tren. 
Ambos vamos paralelos, 
jamás nos tocamos, o nos vemos;
y esporádicamente, 
de estación en estación, 
cambio de sentido, o qué sé yo
-porque poco entiendo de trenes, la verdad-
hacemos un cruce, 
de miradas o besos, 
de sábanas, de polvos. 
Vamos que sí, 
siendo franca, 
nos reunimos para follar, 
hacer el amor, o la guerra,
o todo lo que quieras, 
porque me arrastras
a lo más recóndito de tu tempestad.

Ahí presa de mis fobias, 
me digo que debería huir, 
y quizás, 
saltarme tu estación;
pero soy poeta
-odio la palabra poetisa-, 
y me gusta regocijarme
en mi propia mierda, 
la que tú quizás me causes, 

sin querer queriendo queriéndote quererte,
sola, 
para ti. 


Buenas noches, Laura, Lala. 

martes, 9 de septiembre de 2014

Todo sigue igual mientras cambia

Es curioso,
la ciudad ha vivido sin mi,
pero yo no sin ella.
Todo parece que ha cambiado,
pero en realidad nada lo ha hecho.
El quiosco sigue en la esquina,
el panadero sigue bromeando con mi camiseta de Superman.

"Si yo me caigo tú me coges ¿no? Superheroína"

Y aunque todo parece estar
en su lugar,
mi vida está pata arribas,
y aunque Pepi siga usando rímel azul,
el rótulo de Viapol Center
ha dejado de apagarse a las 3:05;
y ya no merece la pena trasnochar.

No merece la pena el cigarro a deshora
 -como si fumara-
que dé paso a la oscuridad infinita e inmortal
de la madrugada sevillana.
No merece la pena,
porque no hay ilusión.

Y aunque todo parece estar
cambiado,
mi risa se pierde -como siempre-
entre transeúntes insípidos
que solo miran pantallas de menos de 4 pulgadas.
Y yo, como siempre,
deseo tener menos de 4 pulgadas,

de distancia,
con alguien.

Porque aunque todo esté pata arribas,
aunque yo haya cambiado,
aunque haya pasado un verano,
los motivos y razones perduran.

Porque aunque Sevilla,
me lleve una vuelta,
o dos,
o ochenta,
de ventaja,
sigo buscándote en cada esquina,
en el tranvía,
en el metro,
en San Bernardo, Santa Justa,
en La Giralda, en cada
transeunte con mirada agachada,
sigo buscándote,
porque jamás en la vida,
he querido a nadie como tú…


Es curioso,
porque no sé a quién va dirigido este poema.






Buenas noches, Laura. 

Ojalá, ojalá.





domingo, 7 de septiembre de 2014

#1

Solía ser desarreglada, despreocupada, y torpemente feliz; embaucadora,
de esas chicas que todos dicen: "No existe otra como ella"

Fría y distante, de mirada perdida, solía pasear por la ciudad. 
La gente se volvía a observarla; vestía raro, llamaba la atención. 

No era guapa, no era fea, era simplemente arte -nunca a gusto de todos, eso dicen.

Subía a los tejados a leer, escribía versos en servilletas manchadas de café.
Siempre sumida en su música, disfrutaba. ¿De la vida? No lo sé, pero su cara era de satisfacción. 

Solía ser, de esas chicas que todos dicen: "No la dejes escapar"
-Qué gracia, como si alguien la retuviese- 
de esas chicas que todos dicen: "No me explico por qué no tienes pareja"

Solía ser feliz, hasta que el amor la hizo tristeza; sus versos se colorearon de dolor, 
entonces, solía ser de esas chicas a las que uno le pregunta:
"¿Cuánto debes estar sufriendo para escribir así?" 
A veces mucho, a veces poco, ni ella lo sabía. 

Solía ser desarreglada, despreocupada, con muchos pájaros en la cabeza, 
solía ser natural, viva... 

...ahora nadie llama a su puerta -en realidad nunca nadie llamó- aunque ella quiera porque ésta esté entreabierta. 



Buenas noches, no le encuentro sentido a lo que he escrito, de hecho iba a acabar: "Solía ser una mierda de escritora, como yo...." pero no era plan.
Disfrutad de lo poco que queda de fin de semana.

Laura.


sábado, 6 de septiembre de 2014

Qué sé yo

Ya no sé cómo hacerte ver que estoy aquí,
y la verdad es que quiero que me veas entre tanta gente.

Supongo que solo soy una más del público,
ese que observas de negro desde tu escenario.

Ya no sé cómo hacerte sentir lo que siento.
Los versos se me quedan chicos, y poco a poco estoy perdiendo el aliento.

Y aunque intuyo que estás en situación similar,
me falta la valentía que un día tuve.

O quizás todo sean confabulaciones mías,
y yo haya nacido para estar en soledad,
triste,
con todos y cada unos de mis fantasmas.

Lala.