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domingo, 28 de septiembre de 2014

El Apareamiento de la Trucha

Hace tiempo que me viene rondando la idea de soledad, supongo que todos los escritores tenemos nuestras etapas, y eso se ve en mis escritos ¿no? 
Puedo escribir durante mucho tiempo acerca del amor, porque quizás esté enamorada, y ahora no escribo, porque sencillamente estoy ausente del mundo. 
Y la verdad, es que siendo sincera, tengo ganas de escribir como siempre, pero no quiero repetirme, no quiero escribir sin sentir, y no puedo escribir sobre lo que siento ahora mismo, no sería justo para muchas personas. 

Creo que hay muchos tipos de personas: personas desesperantes, enamoradizas, soñadoras, estúpidas, buenas, malas, hay infinitos adjetivos, porque hay infinitos tipos de personas; y bueno, luego están las personas como yo, esas que hemos nacido para la soledad, no porque no podamos tener otra cosa, sino que no la encontramos, o no buscamos bien, o simplemente no aparece, porque realmente esto sea lo que merecemos. 

Hoy, como muchos otros días, he hablado con un amigo y le he contado acerca de mis inquietudes. Me gusta tener la visión de otras personas. Él como tantos, supongo que se extraña de la ausencia de mis escritos, pero bueno todo son rachas. Y al leer esto, muchos os preguntaréis que cuáles son mis inquietudes; realmente, tengo muchísimas pero si estoy escribiendo esto es porque quiero llegar a un fin, y no quiero divagar en mis preguntas existenciales sobre la sexualidad de una trucha de lomo turquesa que asciende por el río Volga a su paso por Leningrado, o de a quién sería justo darle la patria potestad si al caballito de mar o a la "yegua"… 

Fuera chistes malos y preguntas estúpidas, quería hacer una reflexión, no sé si profunda o no, acerca del apareamiento de las medusas mediante esporas… que no, que no, que estoy de broma, solo quiero quitarle hierro al asunto.
La reflexión es acerca del verbo Amar, y de lo que implica, no en todos sus ámbitos puesto que da para tesis doctoral o guión más largo que el de Arrayán pero sí, en el mío. 
Y ¿cuál es el mío? Veréis, solo quería comentar que el hecho de que una persona esté sola, no implica que ésta no pueda o no tenga capacidades para amar, puesto que todos hemos amado alguna vez en la vida, o ahora lo hacemos. Una persona solitaria puede amar, no solo a otra, si no a la vida misma, porque ojo, aquí no hablo de amor del Corte Inglés, hablo del amor en general.  Por qué os comento esto, he llegado a la conclusión de que no vale la pena amar a la gente y darlo todo (guardar las antorchas inquisidores, que no soy una hereje) no vale la pena si no se recibe nada a cambio. NO es suficiente con Amar para ser feliz, y jamás lo será. Realmente ¿sirve de algo darlo todo por una persona, quedarse vacío y no recibir nada ? No, no por lo menos en los tiempos que corren, llamadlo como queráis, ser pagafantas o pagacocacolas; pero no es suficiente, porque quedarse vacío y ser solitario puede ser lo más doloroso que hay, y quien lo ha vivido sabe de lo que hablo. 

¿Estoy hiriendo sentimientos? Esperad, que continúo. 

Y ahora para seguir, y en relación con lo anterior, comentar que me hace mucha gracia las frases tipo: "puedes tener a quien quieras" Y ¿por qué me río de esas palabras? En primer lugar porque las personas no somos objetos que podamos poseer; y en segundo lugar, porque podemos realmente "tener" a mucha gente, pero debemos preguntarnos ¿nos llenan todas esas personas? o ¿puede ser que la persona que nos llena en verdad pasa de nuestro culo? Dos preguntas difíciles, pero muy sencillas a la vez. Nadie se las cuestiona, y luego pasa lo que pasa, llantos, se rompen corazones, insultos y demás…
Yo siempre me las hago. Y os diré que puedo "tener" a mucha gente, y no "tengo" a nadie, porque no quiero que nadie me ame y no reciba ni las gracias de mi (cosa que veo difícil porque soy muy educada) lo que yo quiero, es dar y recibir (fuera acotaciones sexuales, que también) lo que yo quiero es saciar esta necesidad de vivir con alguien, y que luego cuando le recuerde no haya recuerdos, valga la redundancia o no, sino que queden sentimientos. Lo que quiero es vivir sintiendo, porque para mi lo demás es perdida de tiempo, y este gracias a -inserte Dios al que alabar, yo elijo a Hylia- es finito. 

Siento que esto no haya sido una clase de biología, que nada tenga que ver con el apareamiento de la Trucha, pero si os digo la verdad, me gustaría ser pez, no tendría estos calentamientos de cabeza y vosotros no tendríais que leer este absurdo humor de pacotilla que tengo. 

Gracias por leerme. Y no, no he vuelto, porque no me fui. Atentamente Laura, Lala. 


PD: Os quiero mucho, como la trucha al trucho. 

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